viernes, 18 de marzo de 2016

Un mes siendo cuatro y... Seguimos adaptándonos

Ya hace algo más de un mes desde que nació Martina y, a día de hoy, seguimos adaptándonos los unos con los otros y a los ritmos y horarios del día a día por eso tengo un poco olvidado el blog últimamente. Si a eso le añadimos que la semana que viene Pol cumple dos años, ¡me faltan horas al día para todo!

Martina va creciendo y ganando peso muy bien, de hecho, pesa más y mide más que Pol con un mes y eso que nació prematura. Miedo me da pensar en lo grande que puede ser si sigue así... (A principios de semana, en la revisión de los dos años de Pol, la nueva pediatra me pregunto que cuando cumplía los tres años, y yo... ¡si aún no tiene los dos!)

A todos los quebraderos de cabeza hay que añadir el tema de las vacunas y el nuevo calendario vacunal. ¿Porque no, durante el embarazo nos hablan de ello y así ahora, no tendríamos estas preocupaciones? 

Al gasto que supone Prevenar ( por suerte, según dicen a partir de junio-julio será suministrada por la seguridad social aquí en Catalunya), ahora hay que sumar Bexsero. Una nueva vacuna para la meningitis C que según varias fuentes cuesta encontrar en las farmacias y que supone un coste más elevado que Prevenar. 

En este sentido, al de las vacunas, no tengo muy claro que hacer. Así que, seguiremos buscando información por Internet y a ver que sacamos en claro.

Como ya os he dicho Martina está genial. El que está revolucionado, excitado, contestón, enfadón, pegón,... es Pol... Si al hecho de pasar a ser el hermano mayor y dejar de ser el bebé, le añadimos las famosas rabietas de los dos años, el cóctel que tenemos es estresante, agotador y, en ciertos momentos, desquiciante. 

Pol siempre ha sido un niño movido pero, al menos en casa, era controlable y en la calle, o iba sentado en el cochecito o en el triciclo y lo podías controlar. Ahora en el cochecito va Martina y él en la plataforma, el triciclo ha evolucionado y ya no lleva el arnés por lo que sube y baja cuando quiere. Por lo que se hace complicado ir a visitar al papá al trabajo, a la abuela al mercado o ir de compras. La única solución, Martina en fular y Pol en cochecito.

Espero que sea pasajero ( y pase pronto) por que si Pol sigue así mucho tiempo y Martina aprende de él, me quedan unos años todavía para tirarme de los pelos. La parte que hace olvidarme de todo esto son las ganas e insistencia de Pol en darle besos y abrazos a Martina ( la bebé para él), pero también tiene su parte negativa, la quiere coger y la estruja por lo que no puedes quitar el ojo de encima suyo. 

Intentaré escribir post la semana que viene aunque no prometo nada pues es el cumple de Pol y ¡la semana promete! 

Feliz fin de semana y a los que os vais de vacaciones nos vemos a la vuelta de Semana Santa.

jueves, 3 de marzo de 2016

Y...¡nació Martina!

Después de un mes de ausencia, encuentro unos minutos para poder escribir una entrada y explicaros que 5 semanas antes de la FPP Martina decidió que quería conocer mundo.

Hace 3 semanas, la noche del jueves al viernes, se repetía la historia. A las 5 de la madrugada me levantaba de la cama y... ¡sorpresa! había vuelto a romper la bolsa amniótica. Como dato curioso, Pol empezaba a llorar a la vez que noté un pinchazo/patada en la barriga, al levantarme para acudir a su habitación fue cuando me dí cuenta que había roto aguas.

Desperté al papá, me duché, acabé de preparar las bolsas (la canastilla de Martina estaba lista pero nuestras cosas y las de Pol para ir con los abuelos no...), después de una hora salíamos de casa que parecía que nos íbamos de vacaciones. Y no, no íbamos en dirección al hospital, íbamos a dejar a Pol a casa sus abuelos. Yo pensando, un viernes a estas horas de la mañana, entrar a Barcelona, ¡Martina va a nacer en el coche! Pero, antes de llegar a casa los abuelos de Pol, nos iluminamos, ¡Es fiesta en Barcelona! (Santa Eulàlia).

Llegamos a Quirón sobre las 7-7:30 de la mañana, después de la exploración, en seguida me subieron a una habitación pues todavía no tenía contracciones. Sobre las 11, ya había dilatado bastante pero las contracciones no eran suficientes así que me hicieron caminar. Después de unos 10 minutos, ya eran cada 5 minutos y duraban 1 minuto o más, así que me llevaron para la sala de partos.

Una vez allí, llamaron al anestesista y... ¡sorpresa! No tenía analítica hecha por lo que el anestesista no  me pinchaba hasta tenerlas. Eso sí, gracias  a la comadrona en 20 minutos los resultados ya estaban allí y me podían poner la epidural. 3 pujos y Martina ya había nacido.

A partir de ahí, empezó la peor parte de todo. Al ser prematura, tenía un quejido al respirar (concretamente distres respiratorio) por lo que necesitaba incubadora. Y lo que en principio iban a ser 2 horas pasaron a ser 4 días y después de esos 4 días 2 más por ictericia. En esos 6 días, solo 3 pudimos estar con ella ingresados, en mi habitación, pero a partir del tercer día la ginecóloga no pudo alargar mi ingreso y por la noche nos tuvimos que ir a casa con todo nuestro dolor y dejar a Martina allí, muy bien cuidad por las enfermeras de la UCI de neonatos pero al fin y al cabo, sola.

Fueron 4 días muy duros, no podíamos estar con Pol porque estábamos todo el día en el hospital y con Martina, dentro de la UCI entrabamos y salíamos cuando queríamos pero no es lo mismo que cuando están contigo. Eso hacía que cuando llegábamos a casa y Pol estaba con nosotros, no quisiéramos separarnos de él y lo que habíamos ganado a la hora de dormir, durmiendo en su camita, ahora, aún hoy después de tres semanas, duerma con nosotros.

Por suerte fueron sólo 6 días de ingreso y Martina pudo celebrar su primera semana con nosotros en casa. Y aunque es una niña prematura, sus casi 3 kilos y 48 cm hacen que sea una niña super sana y que no necesita más cuidados que los de cualquier otro recién nacido.

Me gustaría agradecer a familia y amigos que nos han respetado en estos días tan difíciles y no nos han atosigado con visitas, cosa que cuando nace un bebé no suele ser así. Y como no, agradecer a los abuelos que han cargado con Pol durante una semana ( y os aseguro que no es fácil, es agotador) y además nos han apoyado y aconsejado en todo respeto a Martina.

A partir de la semana que viene os sigo contando semanalmente sobre nuestra adaptación y la nueva vida siendo 4 en casa, del reportaje de fotos que le hemos hecho a Martina, de la diferencia entre el parto por Seguridad social (el de Pol) y en clínica privada (el de Martina)...

Feliz fin de semana y ¡a disfrutar de vuestros peques al máximo!

La mamá de Pol y Martina